Programa Centro de Emprendizaje UACh

¿Somos vulnerables o hemos sido vulneradas?

He tenido el privilegio de trabajar con mujeres en el desarrollo de las escuelas de emprendimiento en diversas comunas de la región. Hemos conversado desde la historia de cada una de nosotras. De dulce y de agraz tiene el recorrido de sus vidas de mujer.

De dulce es ser valorada, donde la autonomía económica es un factor que ayuda en esta autovaloración, pero no lo es todo. De agraz, es la vulnerabilidad que está presente en forma transversal en el desarrollo de las seres humanas desde lo femenino.

La vulnerabilidad en el tema mujeres es un factor de fragilidad, dice relación con desigualdad en lo laboral como en la vida cotidiana de madre, pareja, hija. Se tienen menores remuneraciones, mayores responsabilidades en el hogar, vida sexual en muchas ocasiones perversas que se alimenta de malos tratos terminando en muchos casos en femicidio.

Una de las vertientes más exploradas en el campo de la vulnerabilidad, es aquella que remite a contextos de pobreza y exclusión social, donde las condiciones socioeconómicas son el factor determinante para el desarrollo de la vulnerabilidad. «La vulnerabilidad parece ser un rasgo social dominante propio del nuevo patrón de desarrollo en los países de la región. Esto es lo que la convierte en un interesante concepto explicativo de la problemática social de fines del milenio, complementario a los tradicionales enfoques de pobreza y de distribución del ingreso» (Pizarro 2001).

Desde esta perspectiva también se toma en cuenta el acceso a la educación, servicios de salud y vivienda como factores que intervienen y que son medibles en el rango de vulnerabilidad. Sobre este aspecto desde la mirada de género en Chile, el acceso a la educación ha encontrado igualdad en su ingreso y Carolina Criado Pérez, en su libro la “Mujer invisible”, menciona que las preocupaciones específicas de las mujeres que los hombres no tienen en cuenta, abarca una amplia variedad de áreas, destacándose tres temas recurrentes: el cuerpo femenino, el trabajo no remunerado de las mujeres y la violencia masculina contra las mujeres.

Todo esto, se trata de cuestiones tan cruciales que influyen en casi todos los planos de nuestra vida y afectan a todas nuestras experiencias desde el transporte público hasta la política, pasando por el trabajo y la consulta médica. Para concluir podemos decir que la vulnerabilidad es una condición producida histórica y socialmente, con una participación determinante de las relaciones de poder en ese resultado. No somos vulnerables …hemos sido vulneradas.

Ester Fecci Pérez

Directora Centro de Emprendizaje. Dirección de Vinculación con el Medio

Universidad Austral de Chile

Columna publicada en Diario Austral Valdivia/ 05 de noviembre 2021

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