Reclone Latin America recibe apoyo de CZI para abaratar reactivos en laboratorios
oct, 12 2025
Cuando Reclone Latin America anunció la llegada de una importante subvención de la Chan Zuckerberg Initiative, fundación creada por Mark Zuckerberg, la comunidad de biología del sur del continente empezó a murmurar "¡por fin!". El anuncio, publicado el 21 de noviembre de 2024 en SciDev.Net América Latina, reveló que el proyecto busca reducir a la mitad el precio de los reactivos que hoy cuestan hasta tres veces más que en Norteamérica o Europa.
El impulso viene de la mano de Fernán Federici, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y co‑líder global de la iniciativa, y de María Teresa Damiani, quien dirige el nodo central en la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina). Juntos, están trazando una red de producción regional que, según afirman, ya ha llegado a más de 200 laboratorios en ocho países.
Antecedentes y motivación
Fundada en 2020, Reclone Latin America surgió como respuesta a una inequidad estructural: la dependencia de reactivos importados, que inflan los costos y retrasan la investigación. "Enfrentamos obstáculos considerables para la adquisición de reactivos, que hacen que los que se importan cuesten tres veces más que en Norteamérica o en Europa", declaró Federici en la entrevista original.
El contexto no es aislado. Según datos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, el 68 % de los laboratorios universitarios del país dependen de insumos importados, mientras que en la UE esa cifra baja al 30 %. Esta brecha se traduce en menos publicaciones, menos patentes y, en última instancia, menos oportunidades de desarrollo local.
Estructura y fases del proyecto
El modelo se basa en un “hub‑and‑node”: el hub principal está en la Universidad Nacional de Cuyo, donde Damiani coordina la producción de enzimas y otras herramientas moleculares. Próximas fases contemplan nodos en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en la Universidad Peruana Cayetano Heredia de Lima.
- Fase 1 (2024‑2025): Importar la colección de herramientas moleculares de la Universidad de Cambridge, reproducirlas y validar sus protocolos.
- Fase 2 (2025‑2026): Escalar la producción de enzimas clave y distribuir kits “hechos en casa” a laboratorios afiliados.
- Fase 3 (finales de 2026): Consolidar una red de formación continua, con talleres presenciales y webinars que permitan a los científicos locales actualizar sus técnicas.
El foro online, forum.reclone.org, ya cuenta con 209 usuarios activos que han publicado diez protocolos de acceso libre y un kit de producción de enzimas que ha sido descargado por al menos 200 laboratorios.
Financiación y aliados estratégicos
La Chan Zuckerberg Initiative ha comprometido fondos que se desplegarán hasta finales de 2026. La suma exacta se mantiene confidencial a petición de los beneficiarios, pero los organizadores aseguran que el presupuesto es suficiente para cubrir la infraestructura de los tres nodos y los programas de capacitación.
Además del apoyo financiero, la iniciativa cuenta con el respaldo científico de la Universidad de Cambridge, que suministra la colección original de plasmidios y herramientas CRISPR. Federici explicó: "Nuestro objetivo es que, dentro de dos años, un investigador en La Paz pueda obtener un kit de enzimas a un precio comparable al de Boston".
Impacto en la comunidad científica
Los primeros resultados ya son tangibles. Un laboratorio de microbiología en Cochabamba (Bolivia) reportó una reducción del 55 % en el tiempo de preparación de pruebas de PCR gracias al kit de enzimas propio. En Chile, el grupo de biología sintética de la PUC ha generado tres publicaciones en revistas de índice JCR, citando como fuente los protocolos de Reclone.
El proyecto también abre puertas a la investigación en diagnóstico rápido. Al crear reactivos locales, se acelera la respuesta ante brotes epidemiológicos, algo que resultó crucial durante la ola de dengue de 2023 en la región.
Próximos pasos y desafíos
Aunque la trayectoria parece prometedora, quedan retos importantes. La fabricación a escala requiere certificaciones de calidad que aún están en proceso. Además, la sostenibilidad financiera después de 2026 dependerá de la capacidad de los nodos para generar ingresos propios mediante servicios de producción bajo demanda.
Federici y Damiani coinciden en que la clave será mantener una comunidad activa y comprometida. "No basta con crear los kits; hay que garantizar que los científicos sepan usarlos y que los resultados sean reproducibles", insiste Damiani.
Si todo marcha según lo previsto, para finales de 2027 la red de Reclone podría atender a más de 500 laboratorios, reduciendo los costos de reactivos en un promedio del 40 % y, lo que es más importante, nivelando el campo de juego científico en América Latina.
Preguntas frecuentes
¿Cómo beneficia la financiación de la Chan Zuckerberg Initiative a los laboratorios latinoamericanos?
El apoyo económico permite comprar la colección original de herramientas moleculares en la Universidad de Cambridge, montar laboratorios piloto en Mendoza, Santiago y Lima, y producir kits de enzimas a bajo coste. Según los primeros informes, los precios de los reactivos podrían bajar hasta un 40 % respecto a los importados.
¿Qué roles cumplen Fernán Federici y María Teresa Damiani en el proyecto?
Federici, profesor en la Pontificia Universidad Católica de Chile, actúa como co‑líder global, coordinando la estrategia científica y la expansión de la red. Damiani, como hub‑lead en la Universidad Nacional de Cuyo, dirige la producción de los kits y la interacción con los laboratorios usuarios.
¿En qué consiste el modelo "hub‑and‑node" de Reclone?
Un hub central (UNCuyo) se encarga de la investigación y producción de los reactivos. Los nodos en Chile y Perú replican la capacidad del hub, permitiendo una distribución geográfica que reduce costos logísticos y tiempos de entrega.
¿Cuáles son los principales obstáculos que aún enfrenta la iniciativa?
Obtener certificaciones de calidad para la producción masiva, asegurar la sostenibilidad financiera post‑2026 y mantener el compromiso de la comunidad científica para la actualización constante de protocolos.
¿Cómo pueden los investigadores unirse al foro de Reclone?
El registro es gratuito a través de forum.reclone.org. Una vez inscritos, los usuarios pueden descargar protocolos, subir sus propias experiencias y participar en los talleres virtuales organizados por los nodos regionales.
Javiera Errázuriz
octubre 12, 2025 AT 22:15Otro milagro de la filantropía tech, ¿qué sigue, vacunas gratis?
MARÍA IGNACIA JARA
octubre 16, 2025 AT 23:28La propuesta de Reclone Latin America suena tan prometedora como las promesas de cualquier proyecto financiado por gigantes tecnológicos.
Sin embargo, la historia nos ha enseñado que la reducción de precios rara vez se traduce en mejoras reales de calidad.
Los laboratorios que dependen de reactivos importados no solo buscan economía, sino también certificaciones internacionales.
¿Quién garantiza que los kits producidos localmente cumplan con los estándares de la ISO 9001?
El modelo hub‑and‑node parece eficiente, pero la coordinación entre nodos a distancia es un desafío logístico que no se menciona.
Además, la dependencia de la Chan Zuckerberg Initiative podría crear una nueva zona de influencia que limite la autonomía científica de la región.
Los investigadores de Bolivia, Chile y Argentina ya han reportado ahorros, pero esos datos provienen de informes internos no revisados por pares.
Una reducción del 55 % en tiempo de preparación suena impresionante, pero ¿qué pasa con la reproducibilidad de los resultados?
Los laboratorios más pequeños podrían carecer del personal capacitado para validar los protocolos sin apoyo externo.
El plan de formar una comunidad activa es ambicioso, pero la participación sostenida requiere incentivos que van más allá de los talleres gratuitos.
La sostenibilidad financiera post‑2026 sigue siendo una incógnita que muchos subestiman.
Si los nodos empiezan a cobrar por servicios bajo demanda, podríamos regresar a la misma barrera de costos que pretendían eliminar.
En definitiva, la iniciativa tiene un gran potencial, pero necesitará una vigilancia constante por parte de la comunidad científica.
Los gobiernos locales deben involucrarse para asegurar que los recursos se distribuyan equitativamente.
Solo entonces se podrá hablar de una verdadera democratización de la biotecnología en América Latina.
Boris Peralta
octubre 21, 2025 AT 00:41La iniciativa suena bien la reducción de costos es bienvenida.
Victor Mancilla
octubre 25, 2025 AT 01:55El modelo hub‑and‑node presentado por Reclone Latin America implica una arquitectura distribuida que, desde una perspectiva operativa, permite descentralizar la producción de reactivos y reducir tiempos logísticos. La centralización del conocimiento en la UNCuyo actúa como punto de referencia metodológica, mientras que los nodos regionales replican la capacidad productiva bajo un esquema de transferencia tecnológica controlada. Este enfoque, aunque conceptualmente sólido, requiere una robusta infraestructura de aseguramiento de calidad para garantizar que las enzimas y kits cumplan con los parámetros de pureza y actividad enzimática exigidos por la comunidad. Asimismo, la capacitación continua mediante talleres y webinars es esencial para mitigar la variabilidad inter‑laboratorio que históricamente afecta la reproducibilidad de los experimentos. En consecuencia, el éxito del proyecto dependerá de la sinergia entre la inversión de la CZI y el compromiso institucional de los centros participantes.
Cristóbal Donoso
octubre 29, 2025 AT 03:08¡Qué buena vibra! 😊
williams marcelo morales recabarren
noviembre 2, 2025 AT 04:21Es una vergüenza que siempre necesitemos que fondos externos nos salven, cuando la ciencia chilena puede y debe sustentarse por sí misma. El proyecto Reclone parece una solución temporal, pero la verdadera fuerza está en la industria local que debe producirel propio material sin depender de filántropos. Cada vez que aceptamos dinero de gigantes tecnológicos estamos entregando la soberanía de nuestro desarrollo a manos ajenas. Además, la idea de “kits hechos en casa” suena romántica, pero la calidad nunca será la misma que la de los fabricantes tradicionales europeos. Si realmente queremos independencia, debemos invertir en infraestructura nacional y formar talento desde las aulas, no solo en workshops que terminan siendo eventos de moda. Así que, aunque el anuncio suena bien, no nos engañemos: la verdadera independencia no se compra con subvenciones, se construye con voluntad política y con inversión pública constante.
Miguel Ramírez
noviembre 6, 2025 AT 05:35Comparto la visión sobre la necesidad de autonomía, aunque reconozco que la iniciativa trae beneficios inmediatos para muchos laboratorios que luchan con presupuestos limitados.
bernardita larrain garcia
noviembre 10, 2025 AT 06:48Me parece genial que se estén creando redes de apoyo, la colaboración entre países puede impulsar mucho la investigación regional.
Maria Consuelo Troncoso Heise
noviembre 14, 2025 AT 08:01¿Qué tal si además de los kits ofrecen entrenamiento online los pequeños laboratorios pueden acceder sin costo
Sería un paso importante para cerrar la brecha de capacitación