Impermeables: todo lo que necesitas saber

¿Te ha dejado la lluvia empapado justo cuando tenías prisa? No estás solo. Un buen impermeable es la solución más práctica, pero elegir y cuidar el adecuado a veces parece complicado. Aquí te explico de forma sencilla qué buscar, cómo mantenerlo y algunas ideas para que no sacrifiques estilo por funcionalidad.

Cómo elegir el impermeable perfecto

Primero piensa en la actividad: ¿vas a caminar por la ciudad, hacer senderismo o simplemente ir al trabajo? Para la calle suele bastar una chaqueta ligera con capucha desmontable; para trekking necesitas algo más robusto, con costuras selladas y tejido transpirable.

El material es clave. Los impermeables de poliéster recubierto con PU son económicos y buenos contra el agua, pero pueden atrapar sudor. El Gore‑Tex o similares ofrecen impermeabilidad y ventilación, aunque su precio sube. Toca equilibrar presupuesto y uso.

Revisa la tabla de clasificación: “10 000 mm” indica que aguanta una presión de agua alta, ideal para tormentas fuertes. Si solo te enfrentas a lloviznas, 1 500‑3 000 mm basta.

No olvides los detalles prácticos: bolsillos con cremalleras impermeables, puños ajustables y capucha que cubra bien la cara. Una capucha con visera protege mejor contra el viento.

Mantenimiento y trucos para alargar su vida

Después de usarlo, cuélgalo abierto en un lugar ventilado; eso ayuda a que se sequen por dentro y evita malos olores. No lo guardes doblado con ropa húmeda.

Para volver a activar la capa repelente (DWR), lávalo siguiendo las instrucciones del fabricante y aplica un spray especial de reactivación. Evita el suavizante, porque tapa los poros.

Si se mancha de tierra, limpia con una esponja húmeda y agua tibia. Los restos de suciedad pueden dañar la impermeabilidad a largo plazo.

Un consejo extra: lleva siempre un pañuelo o gorro bajo la capucha en los días más fríos; así mantienes el calor sin perder la protección contra la lluvia.

Con estos pasos tendrás un impermeable que te acompañe temporada tras temporada, ya sea en la bici por la ciudad o en una caminata por la montaña. Recuerda que invertir un poco más al inicio suele traducirse en menos gastos de reparación o sustitución después.

Así que la próxima vez que veas nubes negras en el cielo, puedes estar seguro de que estás listo para enfrentar la lluvia sin perder estilo ni comodidad.